Los 3 hábitos más importantes para envejecer saludablemente

1.- Come Fruta  

Si no quieres tener una piel seca, irritada y con arrugas es primordial seguir una alimentación sana y equilibrada rica en fruta y verduras ya que en el estado de nuestra piel influye la alimentación que llevemos. Las frutas, debido a los nutrientes y antioxidantes, combaten los radicales libres y por ello previenen el envejecimiento, permitiendo mantener una piel cuidada, sana y joven.

Otro de los beneficios de comer fruta es que son bajas en calorías pero además contienen potentes antioxidantes y antiinflamatorios imprescindibles para nuestra salud.

Se aconseja comer 5 raciones de fruta al día y lo ideal es hacerlo con el estómago vacío pues se absorben mejor sus nutrientes y obtenemos sus beneficios. Por ello, no es muy saludable la costumbre de comer fruta de postre, pues sus vitaminas y minerales se pierden durante el proceso digestivo y además puede hacer que los alimentos fermenten y por tanto la digestión será “más pesada”, es decir, durará más tiempo que si la consumimos sola.

Estos son algunos beneficios de comer frutas:

  • Previene las enfermedades cardiovasculares.
  • Regula el sistema inmunitario.
  • Ayuda a desintoxicar (estimula la función hepática y renal) y previene enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer.
  • Mejora el tránsito intestinal.
  • Nos ayudan a evitar el sobrepeso y la obesidad.

Las frutas están formadas principalmente de agua y fructosa (azúcar natural de las frutas), además de contener aminoácidos, enzimas, minerales, fibra, vitaminas y aceites vegetales.

Frutas que no deben faltar en tu alimentación: 

Plátano: Tiene alto poder nutritivo, y cantidad baja en sodio. Contiene magnesio, zinc, ácido fólico y vitaminas A y C. Destaca su alto contenido en Potasio, que previene calambres musculares. También provee energía rápida especialmente útil en entrenamientos.

Manzana: Son diuréticas y ayudan a eliminar toxinas. Contiene Pectina, una fibra saludable que regula el colesterol y tiene efecto saciante.

Piña: Contiene enzimas digestivas (bromelina y papaína) que permiten digerir mejor las proteínas. Efecto antioxidante que ayuda a mejorar la digestión y aumentar el metabolismo. Además contiene una gran cantidad de Vitamina A, esencial para la salud de la piel y ocular, además de aumentar el sistema inmune.

2.- Bebe una buena cantidad de agua 

Para conseguir una piel hidratada es fundamental tomar agua, algunos de los beneficios del agua en nuestra piel son: ayuda a calmar las irritaciones y otras alteraciones, mejora la elasticidad, el aspecto y tonifica.

El agua forma parte de todos los fluidos de nuestro cuerpo, además, es necesaria para que las células de nuestro organismo funcionen con normalidad. El agua ayuda a limpiar nuestro organismo y a mantener una buena salud.

Si bebes buena cantidad de agua tendrás más energía, mejorará el estado de tu piel y sudarás más, lo cual es estupendo, pues ayudarás a tu cuerpo a eliminar toxinas.

El agua es una herramienta estupenda para perder peso al sustituir refrescos y zumos envasados, que contienen mucho azúcar y calorías. Beber agua reduce el hambre ya que a veces puedes creer que tienes hambre cuando en realidad tienes sed.

Lo ideal es beber dos litros de agua al día, aproximadamente 8 vasos. El mejor momento del día para beber agua es en ayunas, es decir, nada más levantarnos, antes de desayunar. Es cuando nuestros órganos necesitan recuperar la hidratación. Debemos hacerlo lentamente y sin que sea un sacrificio. Cada día podemos ir aumentando la cantidad poco a poco y así acostumbrarnos.

El peor momento para beber agua es durante las comidas. Si bebemos gran cantidad de agua mientras comemos se nos mezclará con los alimentos y jugos gástricos, lo cual empeorará la digestión. Tampoco es aconsejable beber gran cantidad de agua justo después de comer.

Es aconsejable tomar agua unos 15 ó 20 minutos antes de las comidas, pues nos ayudará a reducir la ansiedad por comer.

Por la noche es ideal tomar un vaso de agua justo antes de acostarnos.

Beber agua ayuda contra el estreñimiento mejorando el tránsito intestinal. Se sabe que puede reducir el riesgo de cáncer de colon y de vejiga en un 50%.

Beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio ayudará a mejorar tu metabolismo y a hacerlo más efectivo aportándote energía.

Es curioso que uno de los síntomas de deshidratación es el dolor de cabeza. A veces el dolor de cabeza es causado por este motivo y se soluciona simplemente bebiendo agua.

Beber agua regularmente reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Son muchos los motivos para tomar agua en buena cantidad cada día.

3.- ¡Muévete si quieres resultados! 

Posiblemente el mejor tratamiento estético natural sea la práctica regular de ejercicio físico, es una herramienta para envejecer mejor. Según han demostrado algunas investigaciones, los músculos al contraerse liberan mioquinas, sustancia que tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes.

El ejercicio es ideal combinado con una dieta sana, tus resultados se duplicarán. Aunque cuides tu alimentación y bebas buena cantidad de agua, tendrás resultados muy limitados si no haces ejercicio cada día.

Es imprescindible adquirir el hábito de caminar 30 minutos cada día, como mínimo. Si se desea bajar peso los expertos recomiendan algún tipo de ejercicio aeróbico también llamado cardiovascular mínimo durante 45 minutos, cuatro o seis días a la semana.

Caminar a buen ritmo, trotar, hacer algún tipo de gimnasia, bailar, nadar, ir en bicicleta…. son ejercicios aeróbicos que permiten que el organismo use el oxígeno de manera más eficiente y brinde máximos beneficios al corazón, los pulmones y el aparato circulatorio.

Siempre hay que calentar previamente durante unos minutos y estirar los músculos. El estiramiento es muy aconsejable también después del ejercicio para evitar tener “agujetas”.

10 beneficios de los ejercicios cardiovasculares o aeróbicos: 

  • Pérdida de grasa.
  • Fortalecimiento del corazón e incremento de la capacidad pulmonar.
  • Reduce el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y colesterol.
  • Mejora el sueño.
  • Reduce el estrés y la fatiga.
  • Mejora la salud del sistema nervioso.
  • Reduce ansiedad y depresión.
  • Mejora la salud muscular, estimulando el crecimiento de pequeños vasos capilares que transportan más oxígeno.
  • Mejora de la autoestima.

El ejercicio además de hacerte sentir bien por fuera te hará sentirte bien por dentro y con energía, puesto que se liberan hormonas como serotonina, adrenalina y dopamina que te harán ser más positivo.

El ejercicio además hará que descanses mejor. Puedes comenzar por caminar, e ir aumentando el tiempo de caminata y el ritmo. Recuerda que debes sudar y cuanto más tiempo sudes mejor efecto tendrá el ejercicio en tu salud.

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2 hábitos alimenticios para evitar o disminuir las arrugas y la celulitis

1.- Razones para evitar la Sal 

Si quieres evitar o disminuir la celulitis y las arrugas un buen punto de partida es prescindir de la sal. Nuestro cuerpo trata el exceso de sal como un cuerpo extraño, y lo encapsula en forma de grasa, por ello en cuanto al factor estético aumenta la probabilidad de desarrollar celulitis, piel de naranja, arrugas…

La mayoría de las personas consumen demasiada sal (sodio), de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la ingesta máxima recomendada. 

La mala costumbre de comer alimentos procesados produce un exceso de sodio en la dieta y además se suele agregar sal a las comidas que elaboramos en el hogar. 

Aléjate de la sal si quieres controlar tu peso porque está comprobado que al consumir sal se tiene más hambre. Tomar menos cantidad de sal disminuye el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares en 25% y reduce las posibilidades de que tengas hipertensión arterial e infarto de miocardio.

Según estima la OMS, cada año se podrían evitar 2,5 millones de muertes en el mundo si se redujera al nivel recomendado el consumo de sal. 

Aunque no tiene calorías, la sal puede producir sobrepeso principalmente por retención de líquidos y mala circulación. 

¿Qué puedes hacer para reducir la sal? 

  • Sustituye la sal por especias y condimentos como pimienta, vinagre, limón, ajo, comino y similares, harán más sabrosas las comidas y evitarán que te acuerdes de la sal. 
  • Evita los snack y comidas precocinadas. Contienen sal para la elaboración y conservación. 
  • No tengas la sal a mano en la cocina ni pongas el salero en la mesa.
  • Si te cuesta mucho dejar la sal ve disminuyendo poco a poco la sal que le echas a las comidas. Tu paladar se irá acostumbrando al sabor sin sal. 
  • Revisa las etiquetas cuando vayas a comprar: puede que en la etiqueta no ponga que tiene sal, pero busca el contenido en sodio, que es lo mismo. 

Tampoco se trata de eliminar la sal de nuestra alimentación, si no de ajustarla a la cantidad recomendada para estar saludables. Es más recomendable tomar sal marina natural o la sal rosa del Himalaya, pues contienen nutrientes, pero en su justa medida. No por tomar este tipo de sales vas a evitar problemas relacionados con el consumo excesivo de sal. 

2.- Evita el azúcar refinado 

Si quieres evitar las arrugas evita el azúcar. Al tomar azúcar se produce un proceso químico llamado glicación en el que se originan una serie de sustancias tóxicas que están muy relacionadas con el envejecimiento.

El azúcar refinado es el que encontramos en paquete, azucarillos o sobres. Está constituido por sacarosa (glucosa + fructosa) que en la naturaleza se extrae de la caña de azúcar o de la remolacha. 

La sacarosa es una sustancia que endulza y aporta calorías. Con el proceso se eliminan los nutrientes: fibra, vitaminas, oligoelementos de la remolacha y la caña de azúcar que ayudan a una absorción lenta de la sacarosa y de los otros nutrientes. 

El azúcar refinada no es de ningún beneficio en la alimentación humana, salvo por las calorías y por endulzar, ya que no tiene proteínas, vitaminas, minerales, enzimas, oligoelementos, fibra, etc. 

¿Es mejor el azúcar moreno? Muy poco. La legislación define que los tipos de azúcar de color pardo como el de caña deben tener un contenido mínimo en sacarosa del 85%. 

De modo que lo que conocemos como azúcar moreno o «azúcar natural» contiene muy pocos nutrientes o en proporciones muy reducidas. Gran cantidad del azúcar de caña que se vende es azúcar teñida con melaza. Una opción sería usar Panela (Jugo de Caña de Azúcar).

La recomendación de la OMS son 25 gramos de azúcar al día en un adulto sano, y estamos superando a más del triple de lo recomendado como puedes ver en la cantidad de azúcar que llevan los alimentos. 

El azúcar causa sobrepeso y obesidad porque se almacena en forma de grasas. No produce sensación de saciedad por la carencia de nutrientes y hace que se vuelva a tener hambre y volvamos a querer comer. De esta manera volvemos de nuevo a comenzar el círculo vicioso induciendo al sobrepeso y la obesidad. 

Según la Doctora Cynthia Kenyon (Universidad de California): El consumo excesivo de azúcar puede acortar la vida de un ser humano un 20%, aumenta considerablemente nuestros niveles de insulina en sangre. 

Este consumo excesivo puede derivar en hipertensión, sobrepeso, obesidad, algunos tipos de diabetes, aterosclerosis, enfermedades degenerativas, envejecimiento prematuro, enfermedad de Crohn, cálculos biliares, disfunciones en el hígado o páncreas, etc… 

Los edulcorantes químicos como el aspartamo han sido relacionados con el cáncer y tampoco es recomendable. 

El azúcar también disminuye el Sistema Inmunológico. Según investigaciones, un leucocito normalmente puede destruir 14 bacterias pero 5 minutos después de la absorción de 24 cucharadas de azúcar solamente puede vencer media bacteria.

El azúcar y la sal refinados son acidificantes, producen un desequilibrio en el PH. El organismo trata de equilibrarlo utilizando minerales alcalinos, como el calcio de los huesos, de modo que se produce osteoporosis, artrosis y otras enfermedades relacionadas con la acidosis.

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Cómo evitar el envejecimiento prematuro: PH, Acidez y Alcalinidad

Para evitar el envejecimiento prematuro y tener una buena salud en general es bueno lograr un estado alcalino en nuestro organismo.

El PH es el “Potencial de Hidrógeno” de una sustancia y se mide en una escala de 1 a 14. Hay dos polos en la escala de PH: el ácido (por debajo de 7) y el alcalino (por encima de 7). 

Como ejemplos, el agua natural tiene un PH de 7 y nuestra sangre tiene un PH de 7,38 a 7,42. 

Si estos parámetros se alteran nuestro organismo no podría vivir, por lo tanto el cuerpo tiene que hacer lo imposible para mantener estables esos valores. 

Nuestro cuerpo está formado por órganos, formados por tejidos que, a su vez, están formados por células. Las células son los “ladrillos” base de nuestro cuerpo. Si las células están sanas y bien nutridas, todo está bien. Para ello es necesario que funcione bien el intercambio de fluidos entre la célula y su medio, y que reciba nutrientes adecuados, que le llegan por la sangre. 

En este intercambio son fundamentales los electrolitos, compuestos de sodio, potasio, calcio y magnesio. Si están desequilibrados, la célula no se nutre ni expulsa los desechos adecuadamente. Los electrolitos conducen electricidad y mantienen el equilibrio necesario entre la célula y su medio para que esta pueda absorber nutrientes y expulsar desechos adecuadamente. 

Cuando hay un desequilibrio en los electrolitos se acidifica el entorno de la célula pues no puede filtrar adecuadamente los nutrientes. Un entorno ácido es lo que nos hace más propensos a desarrollar enfermedades. 

Hay muchos factores que nos acidifican: la alimentación incorrecta, el estrés, los conflictos familiares, laborales y personales, el ruido y la contaminación, la electricidad, las radiaciones, las ondas… 

Por todo esto, es fácil que siempre tendemos a tener el cuerpo ácido y que este, para mantener el PH de la sangre, tenga que recurrir a varios mecanismos de ajuste que afectan a nuestra salud irremediablemente. 

Mecanismos de ajuste que utiliza nuestro cuerpo para combatir la acidez

Al ingerir los alimentos comienza la digestión con la salivación y masticación. El bolo alimenticio pasa al estómago, allí se descomponen las proteínas en aminoácidos, compuestos más simples que el cuerpo puede asimilar. ¿Cómo? 

El estómago segrega ácido clorhídrico con agua y enzimas que descomponen el alimento. El ácido clorhídrico tiene una acidez de 1 a 1,5 es una de las sustancias más ácidas que se conocen, podría perforarse la piel y el hueso, pero el estómago está protegido por una mucosa especial para evitarlo. 

El quimo es la papilla que se forma en el estómago, tiene una acidez de 1,5 a 2 y del estómago pasa al intestino delgado a través de la válvula píloro. En el intestino delgado se absorben el 90 % de los nutrientes pero su PH está entre 6 y 7. ¿Cómo alcalinizar una papilla tan ácida que podría corroerlo? 

En el duodeno se inicia un rápido proceso de alcalinización: las glándulas de Brunner segregan sustancias alcalinas que de inmediato rocían el quimo. La base de estas sustancias es el sodio orgánico. El cuerpo no produce sodio orgánico, su única fuente son los vegetales que necesitamos ingerir. 

Las glándulas de Brunner tienen una reserva de sodio orgánico limitada. ¿Qué ocurre cuando se les agota? Recurren a un “banco de sodio”. ¿Dónde? El estómago es el órgano que más sodio orgánico almacena. ¿Por qué? Porque está en la mucosa que recubre las paredes estomacales para protegerlo del ácido clorhídrico. 

Así que las glándulas de Brunner, cuando agotan su sodio, recurren al estómago y le sacan sodio orgánico. Pero ¿qué ocurre con el estómago? El estómago detecta que le quitan sodio protector, de modo que baja la producción de ácido clorhídrico para que no se quemen las paredes estomacales. 

Y ocurren dos cosas:

1) Se segrega menos ácido, se digiere peor el alimento. 

2) La pared estomacal, con el tiempo, se va deteriorando. 

Así aparecen el ardor y las malas digestiones. La persona deja de tomar ciertos alimentos porque “le sientan mal”. El médico suele recetar antiácidos que calma el síntoma pero no resuelve el problema. Con los años, las paredes estomacales se deterioran tanto que aparecen las úlceras. Y en casos graves, el cáncer. 

Si el sodio del estómago se agota, las glándulas de Brunner recurren a un segundo “banco” donde se almacena mucho sodio orgánico: LAS ARTICULACIONES. Cuando el sodio comienza a ser extraído de las articulaciones se producen síntomas como el reuma, la artritis, la artrosis, dolores… Por tanto, la osteoporosis también es una de las consecuencias de la acidez. Por eso factores como fumar, que acidifica, es muchas veces la causa de la osteoporosis. 

Cuando el sodio de las articulaciones también se agota, aún queda otro recurso: el hígado. El hígado puede fabricar una potente sustancia alcalinizante: el amoníaco. Pero el amoníaco es un veneno mortal que, una vez liberado, va intoxicando el organismo poco a poco hasta que muere, de uno u otro síntoma (cáncer, artritis, diabetes, hipertensión…). 

Todo esto ha ocurrido en el cuerpo porque el medio era muy ácido y había una carencia de sodio orgánico. Las dolencias surgidas son síntomas de este desequilibrio ácido – alcalino. 

De un exceso de ácido y una carencia de sodio orgánico surgen muchas de las que llamamos “enfermedades”. En realidad, son síntomas, consecuencias de la acidez. Por encima de 7, nuestro medio orgánico está sano. Por debajo de 7 está enfermo y podemos sufrir cualquier enfermedad. 

Las bacterias, los virus y los tumores no pueden sobrevivir en un medio alcalino. Simplemente desaparecen o mueren. En un medio ácido, las bacterias, los parásitos y los tumores proliferan y crecen. 

¿Qué puedes hacer para alcalinizar tu organismo? 

Es necesario un proceso de: 

  • Desintoxicación 
  • Alcalinización 
  • Regeneración 

La solución comienza cambiando nuestro estilo de vida y de alimentación. No es una moda ni un cambio temporal, se trata de adoptar unos hábitos saludables de por vida. “Lo que te cura, te mantiene sano. Que tu alimento sea tu medicina.” 

Hay una serie de alimentos que son acidificantes que debemos reducir en nuestra dieta al máximo: El alcohol, el azúcar, la carne, los lácteos, la comida procesada y cocinada. 

Estos productos generan dependencia, acabamos necesitando, pero nos aportan muy pocos nutrientes que puedan ser asimilados por las células. Son comestibles “vacíos” que aportan calorías. Pueden engordarnos y, en cambio, podemos estar desnutridos. 

DESINTOXICAR

Los alimentos alcalinizantes son, en general, las frutas, las hortalizas y las semillas. Preferentemente crudas, si se pueden tomar así. Una dieta de alimentos vegetales y crudos ―frutas del tiempo, ensaladas y jugos naturales― es el primer paso para alcalinizar el cuerpo. 

ALCALINIZAR

El principal productor de sodio orgánico que podemos encontrar es el apio. Tomar una planta de apio, licuado, por persona y día, nos ayudará a curarnos de la acidez. Podemos incorporar el apio a cualquier jugo vegetal. 

Otros vegetales con alto contenido de sodio orgánico: brócoli, zanahoria, espinaca, aguacate, papaya, rábanos, repollo. Podemos ingerir todos estos alimentos licuados, de manera que nuestro cuerpo los puede asimilar íntegros y en pocos minutos. 

Los licuados naturales con apio y otros vegetales, como manzana, zanahoria, remolacha, espinaca, acelga, limón, piña y naranja, son alcalinizantes y están llenos de nutrientes. Se les puede añadir polvo de algas o polen para enriquecerlos más. 

Un buen hábito es tomar de 2 a 4 vasos al levantarse, con limón. El agua debe ser de baja mineralización, no del grifo. En las que venden embotelladas, que el residuo seco no pase de 50 mg. La mayoría pasan, ¡ojo! 

REGENERAR

Al ingerir sodio orgánico y alimentos alcalinizantes se inicia un proceso de reparación. 

  • El estómago, con más sodio, podrá reparar su pared mucosa y producir más ácido clorhídrico, con lo que haremos mejores digestiones y nos olvidaremos de la acidez, las náuseas y las intolerancias.
  • En el intestino delgado, los nutrientes, mejor digeridos, pasarán al torrente sanguíneo y llegarán a las células para alimentarlas. 
  • Las células, en un medio más alcalino y con más y mejores nutrientes, rejuvenecen y se fortalecen. 
  • El hígado y las articulaciones dejarán de sufrir presión e inflamación. 

Estos son los pilares de una buena salud: 

  • Alimento
  • Ejercicio
  • Buen Descanso
  • Mente y corazón calmados 

Una muy buena opción para alcalinizar nuestro cuerpo es tomar complementos nutricionales que aporten minerales con capacidad alcalinizante para suplir los desequilibrios que se producen por la Acidificación.  Entre estos complementos podrían estar el Aloe Vera, los citratos o las sales minerales como: magnesio, calcio, cobre, cromo

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